Playas
Si usted es un enamorado del mar, la costa de Santa María de Guía le ofrece también lugares para su disfrute. Dada su naturaleza rocosa dos son sus principales zonas de baño: la playa de San Felipe, donde se gozan de estupendas olas para la práctica del surf y el bodyboard; y las piscinas naturales de Roque Prieto, donde se puede disfrutar del mar en un ambiente familiar.
San Felipe
Esta playa de fina arena negra y callaos, con 450 metros de largo y 25 metros de ancho, rodeada de arrecifes de lava y grandes acantilados es un paraíso para los amantes del surf y la naturaleza costera.
Se encuentra en el límite oriental del municipio, donde la costa se diferencia de la del resto del municipio, abrupta y rocosa. Hasta ella se llega a través del barrio de San Felipe, al que se accede desde la carretera GC-2 por el cruce de El Pagador.
Conocida también como El Vagabundo en su tramo final, es una de la playas más conocidas y apreciadas del norte por sus excelentes condiciones para la práctica de surf y bodybaord. Son muchos los amantes de estos deportes, amateurs y profesionales, locales y extranjeros, los que disfrutan de sus olas durante todo año.
Además del surf y del baño, esta costa ofrece también otros usos relacionados con el ocio, pues dispone de una amplia avenida por la que se pueden disfrutar de largos y apacibles paseos a la orilla del mar, y cerca se encuentran también algunos restaurantes y bares especializados en pescado.
Roque Prieto
La piscinas naturales de Roque son una de las zonas de baños más populares de la costa norte de isla, aunque de ambiente tranquilo y familiar.Se localizan cerca del barrio de La Atalaya, y a escasos 2 kilómetros del casco histórico, en una zona de altos acantilados y de naturaleza volcánica.
Construidas aprovechando una cala en la desembocadura de un barranquillo, sus muros y "tubos", como lo locales llaman a las estructuras cilíndricas que marcan los límites de las piscinas, hacen de barrera ante las olas.
Aquí se puede disfrutar de una jornada familiar de descanso y de disfrute de la rica y variada naturaleza costera de esta zona, mientras, por ejemplo, los niños descubren nuevas especies animales y los adultos se relajan charlando o pescando.